Val Miñor - Rías Baixas
GONDOMAR - BAIONA - NIGRAN
Sugerencias a Visitar... Baiona, Gondomar, Nigran, A Guarda, Illas Cíes, Oporto, Santiago, Cañones del Sil...
Gondomar
Montaña Galiñeiro
La ruta del monte Galiñeiro PR-G1 es una de las más interesantes, ya que discurre por la montaña más elevada de Vigo. Situado en el límite del municipio con Gondomar y O Porriño, es muy sencillo acceder hasta su base para luego rodearlo. Es una ruta ideal para elsenderismo con amigos o en pareja, tanto por las vistas como por el propio recorrido.
Para llegar a la zona de inicio se puede emplear tanto la carretera Vigo-Gondomar PO-330 como la autopista al Val Miñor AG-57. Una vez en el polígono industrial de A Pasaxe, a pocos metros saliendo por la PO-330 en dirección a Gondomar, esta vía se cruza a distinto nivel con la autopista. Justo tras ese cruce, a la izquierda, comienza la senda del Monte Galiñeiro PR G1. Asciende levemente en dirección a un cantera y luego desemboca en un amplio rellano con una fuente y un regato. Es fácil encontrar ganado salvaje y disfrutar del vuelo de las aves rapaces que pueblan esta zona.
Desde el área de descanso del parque forestal ya se ve la cumbre del monte hacia la que va ascendiendo la ruta primero suavemente y escarpándose progresivamente a medida que estamos más cerca del final. En la cima merece la pena la vista del paisaje que abarca todo el área metropolitana de Vigo. También se puede evitar el ascenso final a la cumbre bordeándola por la izquierda, pero igualmente a notable altura, por un camino de tierra que rodea la parte más dura del monte.
La ruta de descenso del Monte Galiñeiro PR G1 se realiza por la vertiente opuesta a la de subida, girando progresivamente hacia la izquierda. Una vez alcanzada la base, el camino continúa descendiendo hasta el río Zamáns, en las inmediaciones de su embalse y junto al cual se conservan varios molinos y elementos etnográficos, como el de As Maquías. Desde el río ya no hay más que ascender hasta la carretera Vigo-Gondomar PO-330, por la que tendremos que caminar de vuelta y en ligero descenso poco más de 2 km para volver al punto de partida.
Parque Natural Monte Aloia
Declarado Parque Natural en 1978, el primero de Galicia, el monte Aloia es una auténtica atalaya a 700 m de altura con 5 miradores y extraordinarias vistas sobre el río Miño. En el monte hay restos prehistóricos y romanos y su historia está rodeada de leyendas. Se dice que aquí las yeguas salvajes son fertilizadas por el viento. También que este es el mítico Monte Medulio, escenario del suicidio colectivo de las tribus celtas antes de caer en manos de los romanos.
El Aloia sabe que es atractivo en una tierra tocada por la bondad en lo climatológico y exuberante en lo natural. Un monte verde que tiene además sólidas raíces en el subsuelo de granito. Ha conocido a lo largo de su historia usos defensivos, religiosos, forestales y recreativos. Fue el primer Parque Natural de Galicia, y aquí permanece en complicidad con el río que a sus pies comienza a despedirse antes de entregarse al mar.
La sierra de O Galiñeiro, que se eleva como pequeño cordal montañoso en primera línea de costa, parte de cotas por debajo de los cien metros de altitud y asciende hasta los 629 metros en el alto de San Xián. La colina domina el paisaje, calificado como atalaya sobre el Miño. Todos los riachuelos que nacen del Aloia buscan el valle del Miño en un corto trayecto de brava revelación de su pasado molinero.
La localización del Parque, en una de las zonas más densamente pobladas de Galicia y al norte de Portugal, lo dota de grandes posibilidades orientadas a la educación ambiental. Así, la casa que el ingeniero de montes tudense Rafael Areses La paz de la naturaleza levantó en el año 1921 se emplea en la actualidad como Centro de Visitantes. En los días claros el Aloia no defrauda con las vistas panorámicas. Es un lugar muy ligado a la práctica de actividades de ocio al aire libre entre las que destaca el senderismo, integrado en la red de rutas por todo O Baixo Miño y que hasta aquí se estira desde la ciudad de Vigo.
Nigrán
Nigrán
Situado en el corazón del Val Miñor, al sur de la provincia de Pontevedra, es uno de los secretos mejor guardados de las Rías Baixas. Nigrán es un municipio de 35 km2, de unos 18.000 habitantes repartidos en siete parroquias: Nigrán, Panxón, San Pedro, Parada, Camos, Chandebrito y Priegue, que prácticamente triplica su población en los meses de verano.
Lo rodean los municipios de Vigo, Gondomar y Baiona, por el norte, Este y Sur, respectivamente. Al Oeste se encuentran la ría de Vigo y el Océano Atlántico
Dista 98 km de Santiago de Compostela por la autopista, 20 km de la frontera con Portugal y 12 km de Vigo, la ciudad más importante de Galicia. Su enclave geográfico y las excelentes comunicaciones permiten el acceso al municipio por tierra, mar y aire.
Su clima templado y una orografía rica en contrastes permiten a este municipio ofrecer muchas posibilidades de ocio y disfrute. El relieve nigranés es suave, pues las cotas más altas apenas alcanzan los 500 metros y sus valles son amplios. Su costa nos ofrece arenales inmensos como Playa América, pero también áreas de bosque en los montes de Chandebrito, Camos, Monte Castelo, o a la misma orilla del mar, como sucede con Monteferro o Monte Lourido.
Dos ríos desembocan en su costa: el Miñor, que lo hace en el extremo suroccidental del municipio, creando un estuario que se convierte en marisma, espacio natural de singular belleza, y el pequeño río Muíños que desemboca en Playa América.
Nuestro patrimonio cultural y natural, nuestra historia, nuestra gastronomía y nuestra hospitalidad están esperándole.
Tenemos testimonios de la presencia continua de pobladores en nuestro municipio desde antes de la época Castreña, como lo demuestran los numerosos petroglifos que existen y que son anteriores a los castros de Chandebrito y Panxón. Desde esos tiempos hasta nuestros días, el hombre fue dejando huellas de su paso en forma de legado cultural. Edificios y obras religiosas y civiles salpican el municipio y nos dan pistas de las costumbres y usos de sus creadores.
Playa América
Playa América es uno de los inmensos arenales y playas de Nigrán, bañados por el Océano Atlántico, es distinguida cada año desde 1990 con la Bandera Azul Europea, símbolo de la calidad de sus aguas y de sus servicios.
Playa América se sitúa en un paisaje urbano, y presenta las condiciones de oleaje y ventosidad moderada. Desde sus playas de arena blanca y grano fino, se aprecian unas vistas formidables de Bayona, Panjón, Monteferro y las Islas Estelas, que por su riqueza ecológica fueron declarados espacios a proteger por la Red Natura 2000. Además, un paseo peatonal recorre toda su extensión, con zonas ajardinadas y una pasarela sobre el río Muíños, y donde también podrás encontrar varios quioscos y las casetas de Protección Civil, que en verano garantizan la seguridad de todos los bañistas al ejercer como puestos de socorrismo.
Esta playa es uno de los mayores focos de atracción turística para el resto de la Península Ibérica, principalmente de Madrid, Pamplona y Barcelona, siendo así muy popular en temporada de verano por su predisposición paradisíaca.
Baiona
Baiona
La Villa de Baiona, turística y marinera, está situada al sur de las Rías Baixas, protegida de mar abierto por una preciosa bahía. Su situación es inmejorable para el abrigo de las embarcaciones deportivas y de pesca. Su clima se caracteriza por suaves temperaturas durante todo el año. Su casco antiguo, fue declarado "Conjunto de Interés Histórico Artístico" por la Xunta de Galicia el 1º de marzo de 1993, V Centenario de la Arribada de la Carabela Pinta a Baiona, con la noticia del Descubrimiento de América.
El municipio lo componen cinco parroquias: Baíña, Belesar, Baredo, Santa Cristina da Ramallosa y Baiona. Cada una con identidad propia y todas juntas conforman la amplia oferta de la Villa. La piedra de sus calles y edificios y el aroma salado del mar, así como el verde de sus campos y montes, consiguen convertir a Baiona en un lugar especial para el goce de los más exigentes. El municipio cuenta además con casi cuatro quilómetros de playas, en las que se puede gozar de maravillosas jornadas, tomando el sol, o realizando cualquiera de las actividades náuticas que se organizan en el municipio.
Especial importancia tiene nuestra gastronomía, y esto se debe en gran parte a los excelentes productos que nos brindan el mar y la tierra. Esto conjugado con una cocina tradicional e innovadora, invita al deleite de los más exquisitos platos.